LA VELOCIDAD Y LAS CONDICIONES DE MANEJO NOCTURNAS |
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![]() En una palabra, existen muchos conductores de taxi en Montevideo hoy día que procuran que su pasajero no sufra una constante zozobra y esté deseando bajarse y sienta que está arriesgando su propia vida en un traslado .Y esto es una parte fundamental del profesionalismo, porque la buena imagen genera trabajo, genera prestigio, genera adhesión, genera confianza y genera agradecimiento. Esto aunado a un buen aseo personal y un auto limpio termina ofreciendo un servicio de categoría. Y Ud. se preguntará a que viene todo este comentario que no tiene mucho que ver ciertamente con el título de la nota, pero vamos a tratar de encontrar el punto de unión. El exceso de velocidad es peligroso a cualquier hora del día,
pero en la noche hay circunstancias que lo agravan y principalmente a altas
horas, en la madrugada. En tales circunstancias la calle desierta invita a la
rapidez, normalmente vamos con pasaje ya que si vamos libre obviamente no
circulamos a velocidad. Mientras las calles son anchas, bien iluminadas y con semáforos (avenidas) el riesgo está presente en un reventón de neumático, un frenazo sobre pavimento mojado o ante cualquier sorpresiva aparición, llámese de un perro , una bicicleta, carrito sin luces, peatón borracho, etc. Como a 100 kilómetros un automóvil se está desplazando a 28 metros por segundo y en lo que demoramos en reaccionar ya se nos fue un segundo, entre tiempo de reacción y distancia de frenado estamos fácil en una cuadrita, ¿qué tal?. Sin contar algún distraído o seudo vivo, o alcoholizado que atraviese un semáforo con luz roja o que coincida con nuestro apuro por cruzar una amarilla que está cambiando a roja. Sin duda accidente muy grave , con golpe lateral fortísimo y pérdida completa de la estabilidad del automóvil y de la posibilidad de controlarlo en su loca carrera luego del impacto. Ese es un tipo de riesgo, pero hay otro que es más peligroso todavía: la velocidad en los barrios, en las calles mas estrechas y mucho peor iluminadas que las avenidas. Tal vez no sea tan importante en las avenidas bien iluminadas el circular sólo con luces de posición, sí bien siempre ofrece una garantía adicional el tener encendidas las luces cortas. Pero en las calles de barrio esto adquiere una absoluta importancia porque la combinación de la luces de posición más la velocidad hacen el coctel perfecto para un accidente de graves consecuencias. La persona que practica esta suerte de ruleta rusa circula absolutamente regalado ya que prácticamente no ve el tránsito en la esquina hasta que ya ingresó a ella y esto, más el circular con las luces apagadas, hace que seamos candidatos a chocar con lo que venga del otro lado, sin importar la responsabilidad legal. A veces se trata de una moto sin luces otras nos puede ir muy mal a nosotros porque de vez en cuando aparece un Studebaker del tiempo del ñau (no se, si se escribe así pero Ud. me entiende), sin luces, o un camión y ahí si te quiero ver. Lo primero que pasa cuando chocamos de esta manera, es que la cara del o los pasajeros queda estampada contra la mampara, vamos a suponer que cumplimos con las normas y no llevamos pasajeros adelante, lo segundo son las propias lesiones, las lesiones causadas a los demás y finalmente los daños al vehículo propio. En la mayoría de los casos asumimos estos riesgos por nada, apenas para ahorrarnos 5 o 10 minutos y después volver a la parada a esperar un viaje, o ir a lavar. No vale la pena asumir tamaño riesgo... por nada. Soy profundamente respetuoso de la gente que conduce un taxi para ganarse la vida, de hecho, debo confesar que nunca me subí a uno para conducirlo, si bien hace muchos años que manejo tanto en ciudad como en carretera, pero digo que, en la mayoría de los casos se trata de un problema de sentido común. Hay accidentes en donde desde el vamos en la documentación y en las declaraciones de cómo ocurrió, uno se da cuenta de que no se traían las luces cortas encendidas y que no se ingresó a la esquina con la necesaria precaución, o el auto quedó balanceándose en un pozo en reparación porque el chofer se llevó por delante las balizas que estaban apagadas. Está bien ,estaban apagadas, pero si venía con las luces encendidas de seguro que las veía y evitaba daños que a veces cuesta un fortuna reparar. En el tema velocidad uno es patrón de sí mismo porque no tiene un vigilante al lado que le diga que tiene que ir más despacio, tal vez algún pasajero molesto se anime y se lo diga, pero en la generalidad hay que apelar a la prevención que cada uno ponga en lo que hace. En el tema luces no hay excusa, la propia Intendencia debería controlar mejor este aspecto y si el cartel de libre no se ve y ese es el problema, no creo que cueste demasiado cambiarlo de lugar, como lo tienen los taxis porteños ç, pero por algo hay que empezar y créanme que no es sólo pensando en los lesionados en los accidentes, hay mucha plata que se va en toda esta historia de las luces de posición en horas de la noche. Gracias por leer este artículo, ojalá comparta nuestras reflexiones. Centro de Prevención de Accidentes (CEPA) |
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