A LA HORA DE UNA COLISIÓN

"Autos eran los de antes, esos sí eran irrompibles, eran tanques de guerra". Estos y otros comentarios similares todavía se pueden escuchar, haciendo referencia a la fortaleza de aquellos vehículos que en apariencia, brindaban mayores ventajas a la hora de impactar.

Sin embargo, la verdadera historia era que debido a las estructuras rígidas, el conductor resultaba el más perjudicado, mientras el vehículo salía ileso. 

Con las estructuras vulnerables, deformables -coeficiente de absorción de impacto- como las que tienen hoy los autos , se procura proteger el contenido, conductor y acompañantes. En el caso de los choques laterales, esta protección se ve limitada por el poco espacio que separa al conductor de la puerta.

En un choque vehículo/vehículo a unos 50 km/h, la estructura puerta-parante alcanza una velocidad de 10 m/seg., lo que equivale a 36 h/h. La fuerza inicial no llega en toda su magnitud al ocupante gracias al coeficiente de absorción de puerta y parante. Pero esta colisión produce deformaciones en auto impactado de hasta 15 cm. Cuando toma contacto la puerta con el cuerpo, la velocidad se incrementa rápidamente. Es el efecto denominado "pelota de tenis". Tal evolución dependerá de la velocidad que "traigan" parante y la puerta, y de la energía que se pueda absorber desde el primer impacto -vehículo/vehículo, hasta el segundo impacto -vehículo/hombre. Al colisionar, la fuerza del impacto equivale -si se produce a 30 km/h-, a soportar pesos de 500 a 1.000 kg.. En este tipo de accidentes se producen, proporcionalmente, la mayoría de muertes y heridos graves -más del 85% de los accidentes en zona urbana se registran en las intersecciones-. Debido a ello, se sigue trabajando en eliminar las superficies agresivas, disminuyendo el riesgo potencial de riesgo. Es así que en muchos vehículos han desaparecido los instrumentos con puntas, no sólo en la estructura de la puerta, sino también en la del tablero. Otra medida ha sido la de incluir barras protectoras y el dispositivo de Air Bag, que si bien mejora las condiciones, la falta de espacio en la puerta y la escasa distancia al conductor, le resta eficacia en comparación con el dispositivo frontal.

La zona del abdomen es la parte más afectada en el impacto.

La cuarta parte de las lesiones graves o muertes de automovilistas es provocada por estas colisiones, debido a los 10 cm. que separan al pasajero de la parte lateral. El 33% de las personas accidentadas chocan con las puertas, 36% con los parantes, y el tercio restante con otras partes. Como consecuencia, la zona del abdomen es la más afectada en un tercio de los casos; la parte del tórax, en un 26%, y la cabeza en un 21%.

Dario Bonilla

Encargado de Capacitación del  Centro de Prevención de Accidentes (CEPA)